
05 Abr Nuestra Denominación de Origen Montilla – Moriles
Nuestra Denominación de Origen Montilla – Moriles
En este post vamos a hablaros sobre la Denominación de Origen a la que pertenece nuestra Bodega Lagar de Casablanca: la DO Montilla – Moriles al sur de la Provincia de Córdoba. Pero antes que nada vamos a aclarar un punto sobre el que muchas personas (sobre todo los no profesionales del vino) se confunden. Montilla y Moriles son dos poblaciones distintas. ¿Sorprendidos? Pues así es. Uno es nuestro vecino Montilla y otro nuestro maravilloso Moriles donde se encuentra nuestra bodega, concretamente en la zona de Moriles Altos, pero eso ya os lo contaremos otro día.
¿Qué localidades forman la DO?
Además la Denominación de Origen Montilla – Moriles está formada también por otras localidades de la Provincia de Córdoba que son: Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, en su totalidad y en parte los de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de crianza se completa con el núcleo urbano de Córdoba.
Un poco de historia
Ahora que ya nos hemos situado os vamos a contar algo mas sobre la Denominación de Origen. Tal y como se explica en su web https://www.montillamoriles.es/es/la-denominacion/conocenos/el-consejo-regulador/antecedentes.html “La denominación completa, tal cual es hoy, empezó a sonar a partir de 1891, con motivo de celebrarse el Arreglo de Madrid, revisado en Washington en 1911 y ratificado en La Haya en 1925. Pero, es el Estatuto de la Viña y el Vino de 1932 el que ampara legalmente los nombres de estas dos localidades para que puedan ser usados en exclusiva por los elaboradores y criadores de los pueblos ubicados en su zona de producción y crianza.” Pero no fue hasta 1945 cuando se fundó oficialmente el Consejo Regulador tal y como lo conocemos hoy.
La uva Pedro Ximenez
Es la variedad autóctona de la zona. Única en el mundo por su calidad, la uva Pedro Ximenez de formas redondas y piel extremadamente fina, es muy susceptible al clima húmedo, es una uva que se desarrolla bien en climas secos y calurosos. Por eso se da tan bien en esta zona. Además, la calidad de nuestra tierra albariza es idónea para su crianza. Aparentemente seca, la tierra albariza conserva en su interior la humedad que la vid necesita para crecer. El resultado es una uva capaz de proporcionarnos unos vinos con una elevada tasa de graduación alcohólica de manera natural y un sabor, una textura y una calidad inigualables que no dejan indiferente a nadie que los pruebe.